
El sueño de Victoria
La alarma sonó como todos los días a las 5:30 am. Victoria, de 38 años, ya estaba acostumbrada a despertarse con el sol para preparar desayunos, uniformes y loncheras para sus tres hijos.
Como muchas mujeres, era el alma de su hogar: el motor que movía cada día la rutina familiar.
Además, de lunes a viernes mantenía un trabajo de tiempo completo, y los sábados, mientras otras personas descansaban, ella tomaba clases para completar su carrera soñada: Psicología.
La mayoría de la gente a su alrededor pensaba que era imposible. “Con tres niños, un trabajo y una casa, ¿Cómo vas a tener tiempo para estudiar?”, le repetían una y otra vez.
Victoria escuchaba comentarios de desaliento, críticas y hasta algunas risas.
Sin embargo, nunca dejó de imaginarse con la toga y el birrete, lista para obtener ese titulo y ejercer su nueva profesión.
Cada semana era una carrera de obstáculos: proyectos laborales que parecían no tener fin, tareas domésticas, relaciones entre hermanos que resolver, noches de desvelo terminando trabajos universitarios y, aun así, una energía que solo ella entendía de dónde venía.
¿El secreto?
Victoria había decidido ser apasionada, valiente y, sobre todo, fiel a sí misma.
Superarse cuando parece imposible
El día de su graduación, entre risas, lágrimas y abrazos de sus hijos, Victoria sintió una profunda paz interior.
Cada paso había valido la pena. Su logro no era solo profesional, también marcó un ejemplo para su familia.
Demostró que cada paso hacia el crecimiento personal —por más pequeño que parezca— es una victoria.
Recomendaciones para mujeres que quieren ir tras sus sueños:
Prioriza y organiza tu tiempo:
Haz una lista diaria y establece prioridades reales. Respeta los espacios dedicados al estudio, así como los momentos familiares y laborales.
No busques la perfección, busca avanzar:
No todos los días serán perfectos, algunas tareas quedarán pendientes y es válido. Lo importante es avanzar, aunque sea poco a poco.
Pide apoyo y delega:
Permítete delegar tareas en casa y busca apoyo con amistades o familiares cuando sea necesario.
Abraza la pasión y la autenticidad:
Mantente conectada con tu propósito y recuerda por qué comenzaste.
Sé fiel a lo que te apasiona y no dejes que comentarios externos te frenen.
Celebra cada pequeña victoria:
Terminar un módulo, recibir buenas calificaciones o simplemente no rendirse, ¡todo merece ser celebrado!
Respira y cuídate:
Regálate un momento de autocuidado, por más corto que sea. Un baño relajante, leer unas páginas, escuchar música favorita o solo descansar, también es parte del camino.
Finalmente:
La historia de Victoria nos recuerda que la pasión y la valentía no conocen de excusas ni de edades.
Su mayor lección es que siempre seas fiel a ti misma, porque cada paso que das hacia tu crecimiento personal es una victoria que podrás disfrutar y volver a repetir.